Una nueva beca de investigación patrocinada por Steelcase y el Savannah College of Art and Design (SCAD) reúne a un destacado grupo de líderes en diseño para resolver problemas del espacio de trabajo que van más allá del espacio físico de la empresa.

En estos últimos años los diseñadores han ido enfrentándose con mayor frecuencia a un ritmo de trabajo cada vez más vertiginoso y a un entorno empresarial cada vez más competitivo. Esto les deja muy poco tiempo para pensar o buscar nuevas soluciones para los clientes. Esto resulta, como poco, preocupante. «Los desafíos de diseño a los que ahora se enfrentan son mucho más complejos,», afirma Madelyn Hankins, Directora de la Steelcase Design Alliance. «Y cuando se trabaja con plazos muy exigentes, puede resultar difícil estudiar las nuevas tendencias y seguir el ritmo de las mismas.»

My Linh Elliot, diseñadora senior de interiores de Stantec, coincide: «En nuestro campo de trabajo estamos obligados a desarrollar la mejor, más moderna y sugerente forma de abordar cualquier espacio. Intentamos mantener los plazos y también encontrar tiempo para estudiar los nuevos conceptos y tecnologías. Mantenerse informado de las nuevas tendencias, acudir a seminarios, talleres y demostraciones de fabricantes son tareas que exigen tiempo. Me resulta extremadamente difícil encontrar tiempo para estar en todo momento al tanto de los nuevos avances e ideas que se producen en nuestro sector.»

Fue por medio de un sinnúmero de conversaciones como esta, en las que los diseñadores expresaban su necesidad de «nuevas fuentes de aprendizaje, pasión e inspiración», en palabras de Hankins, lo que condujo a la asociación con el Centro de aprendizaje colaborativo y la Escuela de Gestión de Diseño de SCAD a buscar una solución.

Eran conscientes de que ninguna persona o empresa podría resolver los problemas a los que se enfrenta el sector, entonces ¿por qué no reunir a un grupo en un programa de investigación conjunta?

Esa idea se tradujo en la primera Beca Forward, ofrecida por Steelcase y SCAD, institución educativa líder en diseño en los Estados Unidos con campus en América, Europa y Asia. «Queríamos reunir a personas extraordinarias, con distintas perspectivas, para intentar dar solución a un reto del sector», dice Jerry Holmes, director de Steelcase Design Alliance. «Y sabíamos que para estas personas era fundamental alejarse un tiempo del trabajo para aprender nuevas formas de pensar el diseño que les permitieran estar mejor preparados para hacer avanzar el sector.»

Tras una búsqueda global Steelcase y SCAD seleccionaron 11 empresas innovadoras con proyección mundial procedentes de Estados Unidos, Canadá, México, Francia, Alemania y el Reino Unido. Cada una de ellas utilizó un procedimiento interno para identificar a su respectivo candidato. Holmes explica: «Queríamos ofrecer un espacio para reunir un variado grupo de diseñadores que les enseñara nuevas habilidades que posteriormente aplicarían en los complejos retos de diseño a los que se enfrentan.»

«El trabajo global en equipo ofrece muchas posibilidades,» añade Williams A. Lee, catedrático de Gestión de Diseño en SCAD. «Permite aprovechar un variado conjunto de actores, culturas, actitudes, perspectivas, puntos de vista.»

Inicialmente, los becarios se reunieron en el campus de SCAD, en Savannah, Georgia, para una semana de trabajo intensivo en equipo explorando la cuestión principal: «¿Cómo podemos preparar el cerebro para mejorar la concentración, creatividad y el aprendizaje en un entorno ya creado?» La cuestión hace referencia a la creciente investigación por parte de la comunidad neurocientífica que podría afectar al espacio físico — pero, y más importante, era un ejercicio de concepción de diseño concebido para ayudar a los becarios a desarrollar y potenciar, juntos, nuevas capacidades. Entre las capacidades y actividades figuraban: concepción de diseño, creación de propuestas de valor, narrativa para comunicar el objetivo del diseño, empleo de esquemas para la resolución de problemas, y el empleo de planificación de escenarios para poner a prueba conceptos divergentes. Los becarios fueron preparados y retados por investigadores, educadores y otros expertos de Steelcase y SCAD para expresar sus conclusiones y descubrimientos, continuamente refinando y agudizando con el tiempo sus conceptos.

Unos meses más tarde se reunieron en Nueva York para completar su trabajo. También mantuvieron —entre ambas sesiones— reuniones virtuales en equipo, el incipiente comienzo de una práctica global para la comunidad. Con el tiempo, los becarios estaban cada vez más ilusionados con las relaciones y lazos que se estaban forjando entre ellos, sintiéndose transformados, con nuevas maneras de trabajar y pensar, nuevas formas de desarrollar en futuro proyectos más significativos para sus clientes.

«El sector se ha dado cuenta de que tiene un problema,», afirma Melanie Redman, investigadora jefe de Workspace Futures, de Steelcase, y mentora en las Becas Forward. «Las empresas de los becarios reconocieron el valor de la beca lo bastante como para mandar a su gente, y ahora están motivados para introducir cambios en sus empresas — pero, más que eso, tienen ganas de trabajar con distintas empresas y mantener la colaboración.»

Jamie Flatt, becaria del estudio de arquitectura Page, lo describía así: «Vemos la necesidad de cambiar radicalmente la discusión sobre el diseño del espacio de trabajo — las preguntas que hacemos cuando abordamos un proyecto o cliente nuevos, y las herramientas específicas que el diseñador del espacio de trabajo puede utilizar para mantener la concentración en los distintos tipos de trabajo especializado que se buscan.»