El cambio climático es uno de los problemas que definen nuestra época. La actividad humana ha elevado la temperatura del planeta en casi 1°C desde la época preindustrial.

Si el calentamiento del próximo siglo se pudiera limitar tan solo medio grado, a 1,5°C en lugar de 2°C, millones de personas no se verían expuestas al riesgo relacionado con el clima y dejarían de ser vulnerables a la pobreza para 2.050, y diez millones menos dejarían de estar expuestas al riesgo de aumento del nivel del mar (Informe de síntesis del IPCC 2018 para responsables de políticas).
Los gases de efecto invernadero son gases que atrapan el calor en la atmósfera terrestre. La luz solar atraviesa la atmósfera, pero estos gases impiden que salga el calor que genera la luz solar. Los principales gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono, el vapor de agua, el metano, el ozono, el óxido nitroso y los clorofluorocarbonos. El dióxido de carbono o carbono, como se le conoce comúnmente, presenta la concentración más alta de todos y se utiliza a menudo para hacer referencia a todas las emisiones de gases de efecto invernadero.

A pesar de los esfuerzos realizados por los gobiernos y otros actores, siguen aumentando las emisiones totales de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre. Según la tendencia actual, se prevé que la temperatura media global aumente de 2,2°C a 4,4°C a finales de este siglo. Las empresas tienen un papel e interés fundamentales en garantizar que la temperatura global no supere los 1,5°C, pero la mayoría de los objetivos de las empresas existentes no son suficientes.

Declaraciones a futuro

Cada cierto tiempo, en las declaraciones verbales y escritas, la empresa plantea sus expectativas con respecto a acontecimientos futuros y sus planes y objetivos de las operaciones futuras. Estas declaraciones a futuro tendrán que ver con los objetivos, intenciones y expectativas relacionadas con las tendencias, resultados de operaciones o situación financiera del futuro, o indicarán otra información que tenga que ver con nosotros, basándose en lo que la directiva piense en el presente, así como en las suposiciones realizadas por la empresa y la información de la que disponga en el momento. Las declaraciones a futuro generalmente van acompañadas de palabras como «anticipar», «creer», «podría», «estimar», «esperar», «pronosticar», «pretender», «puede», «posible», «potencial», «predecir», «proyectar», «objetivos» u otras palabras, frases o expresiones por el estilo. Aunque creemos que estas declaraciones a futuro son razonables, se basan en una serie de suposiciones que tienen que ver con condiciones futuras que podrían resultar inexactas en última instancia. Las declaraciones a futuro implican una serie de riesgos e incertidumbres que podrían provocar que los resultados reales difieran de las expectativas de la empresa debido a factores como las condiciones económicas generales y competitivas a nivel nacional e internacional; actos de terrorismo, guerra, medida gubernamental, desastres naturales, pandemias y otros acontecimientos de fuerza mayor; la pandemia de COVID-19 y las medidas de varios gobiernos y terceros para combatir la pandemia; cambios en el entorno legal y regulatorio; cambios en los costes de materias primas, productos básicos y otros productos; fluctuaciones monetarias; cambios en la demanda de los clientes; y los demás riesgos e imprevistos detallados en el informe anual más reciente de la empresa en el Formulario 10-K y sus demás presentaciones ante la Comisión de Bolsa y Valores. Steelcase no asume ninguna obligación de actualizar, modificar o aclarar las declaraciones a futuro, ya sea como resultado de nueva información, acontecimientos futuros u otras causas.