Territorio inexplorado: Por Chris Congdon,
Editor jefe, revista Work Better El trabajo ha cambiado más radicalmente en los últimos cinco años que en generaciones. Cuatro macrocambios que están transformando el trabajo Descubre los cuatro macrocambios que están transformando radicalmente el trabajo y por qué diseñar oficinas como si fueran comunidades prósperas es la solución para hacer frente a estos retos en constante evolución. Hablar con líderes empresariales sobre el mercado laboral y el entorno de trabajo hoy en día a menudo parece una sesión de terapia. Nadie quiere hablar de «trabajo híbrido» o «vuelta a la oficina», pero todo el mundo lo hace. A los directivos les preocupa que un exceso de trabajo a distancia pueda repercutir negativamente en el rendimiento y la cultura y quieren encontrar el equilibrio adecuado. Necesitan alcanzar los objetivos de crecimiento y rentabilidad y se preguntan si los empleados dan realmente lo mejor de sí mismos cuando están fuera de la oficina. Sólo el 25% de los directivos están satisfechos con la asistencia a la oficina. En el último año, ha aumentado en un 92% el número de directivos que exigen a sus empleados que trabajen en la oficina.

Mientras, tanto directivos como empleados luchan por el bienestar general, el compromiso y sentirse parte de la cultura de la empresa, aunque es más difícil para los empleados, que no tienen el mismo nivel de control sobre su experiencia laboral que los directivos.

Es un momento difícil para ser líder. Nos encontramos en un territorio desconocido: cómo, cuándo, dónde y por qué trabajamos ha cambiado más radicalmente en los últimos cinco años que en toda una generación.
Cuatro grandes cambios a nivel macroeconómico están transformando radicalmente el trabajo y seguirán alterando el panorama en los próximos años. Algunos de estos cambios se han ido desarrollando a lo largo de los años, mientras que otros parecen haberse producido repentinamente. Es la magnitud del cambio, junto con su ritmo, lo que constituye un territorio desconocido. Si comprendemos cómo estos cambios modifican el rendimiento, podremos crear espacios de trabajo más flexibles que construyan comunidad y ayuden a las personas a mejorar y sentirse mejor. La vida a través de una pantalla Las interacciones a través de las pantallas han superado a las comunicaciones en persona. Incluso dentro de la oficina, es más probable que la gente participe en reuniones a través de una pantalla en su escritorio que desplazándose a una sala de conferencias. No es de extrañar que la gente se sienta aislada y menos comprometida. Este cambio ha modificado significativamente la forma en que utilizamos nuestras oficinas y establecemos relaciones en el trabajo. Los empleados están incorporando rápidamente la IA, impulsados por el optimismo y el miedo. Los directivos saben que deben aprovecharla más. Las oportunidades de innovación y aumento de la productividad están creando una “revolución”, un periodo de crecimiento económico impulsado por las tecnologías emergentes. Ahora es el momento de diseñar entornos de trabajo preparados para la IA para aprovechar este momento. Revolución de la IA Una mentalidad sostenible La salud mental es una cuestión prioritaria para los empleados, más que la salud física. El rápido aumento de la ansiedad, la depresión, el agotamiento y la soledad, especialmente entre las generaciones más jóvenes, está afectando a lo que la gente necesita para trabajar mejor. Aunque el estrés laboral puede contribuir a ello, el trabajo y el entorno laboral pueden ser parte de la solución El número de organizaciones comprometidas con objetivos de sostenibilidad se ha duplicado en el último año. Ahora todo el mundo tiene que compartir la responsabilidad de estos objetivos. El espacio de trabajo debe unir a las personas para que aprendan, se formen, se alineen con las prioridades y estimulen la innovación. También debe proyectarse de forma sostenible, con socios que sepan diseñar espacios flexibles y resilientes. La urgencia del bienestar Los motores del cambio están interconectados y son complejos. Pero el cambio también está lleno de oportunidades y posibilidades. Los directivos nos dicen que necesitan un espacio de trabajo que respalde sus estrategias empresariales, cuyo objetivo es adoptar y adaptarse al cambio. Una oficina adecuada puede atraer talento, crear cultura y ayudar a las personas a sentirse y dar lo mejor de sí mismas. Necesitan un entorno de trabajo resiliente, capaz de adaptarse rápidamente cuando sea necesario y que ayude a las personas a ser también más resilientes. Sus oficinas actuales reflejan a menudo viejas suposiciones, pero ¿qué puede mejorarlas? Un entorno de trabajo diseñado como una especie de comunidad que también crea un sentimiento de pertenencia a la misma. Los mismos principios que construyeron las mejores ciudades del mundo pueden aplicarse también al entorno laboral. Todas esas ciudades son diferentes, pero tienen cosas en común. Hay diversidad de personas y también de espacios: las calles no se crean con la repetición estereotipada de los mismos tipos de edificios. Hay variedad e interés. Hay infraestructuras diseñadas para que la gente pueda desplazarse fácilmente de un lugar a otro y los servicios están convenientemente agrupados. Hay espacios públicos, como parques, tiendas y cafés donde la gente se reúne. Y espacios con privacidad, como casas o parques, escondidos a lo largo de las calles, que permiten a la gente descansar del bullicio de la ciudad.

Los patrones de diseño urbano que hacen que las ciudades sean vibrantes y habitables pueden dar a las oficinas el mismo tipo de energía. El espacio puede moldear nuestro comportamiento y ayudarnos a relacionarnos con nuestro entorno y con otras personas. En las comunidades dinámicas, la gente no se siente aislada ni sola. Sienten que pertenecen a algo.

En una edición especial de Work Better (Community-Based Design Qué es. Por qué es necesario. Cómo se hace.) analizaremos cuatro grandes cambios para comprender en profundidad cómo están modificando la forma de trabajar de las personas. Y exploraremos por qué diseñar los entornos de trabajo como una comunidad puede ayudar a las personas y a las organizaciones a prosperar.
Chris Congdon,
Editor jefe, revista Work Better

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