Esto hace que la comunidad educativa se esté replanteando los cimientos de la educación, unos cimientos que, como en todo edificio, deben comenzar por la base.

Con esta determinación, Green Valley School, un colegio ubicado en una zona singular de Palma de Mallorca, ha contado con nuestro concesionario Greendök (http://greendok.com/) para remodelar sus instalaciones y convertir su espacio educativo en un entorno innovador donde la pedagogía, la tecnología y el espacio se fusionan al servicio de la educación.

Green Valley School potencia una educación enfocada a descubrir los talentos individuales de cada niño a través del aprendizaje activo donde se trabajan tanto competencias académicas como extracurriculares: idiomas, robótica, carpintería o cocina, entre otras, y donde el papel del profesor ha pasado de ser el único transmisor de conocimiento para convertirse más en un guía del aprendizaje, donde las relaciones interpersonales y la capacidad de interactuar fácilmente con profesores y compañeros es esencial. “Nuestro objetivo es estimular las cualidades positivas, los talentos y el potencial de bondad latente en cada niño/a, sabiendo que la verdadera educación es un proceso de aprendizaje de por vida, siendo su fin último no sólo la excelencia académica sino también la excelencia humana y el desarrollo del buen carácter”, según un extracto de su filosofía.

Las aulas del Green Valley School han sido concebidas para que los alumnos aprendan de forma activa, tocando, experimentando y viviendo, de modo que cada concepto se fije de una forma práctica en el alumno. Para ello, se han establecido diferentes tipologías de aulas en función de las necesidades educativas: aulas infantiles, aulas para educación primaria, aulas de talleres, sala de reuniones, sala de profesores, sala de dirección, despachos, enfermería, secretaría y conserjeria, comedor, hall y zona ajardinada.

De este modo, Green Valley School se convierte en un colegio pionero en Baleares al crear un centro con aulas flexibles y multidisciplinares, que fomentan la creatividad, la curiosidad y el pensamiento crítico; y en la implantación de soluciones ergonómicas orientadas a un aprendizaje colaborativo y al desarrollo de las competencias que los alumnos necesitarán en profesiones que todavía no existen.