Más allá de los espacios de trabajo tipo
Diseñar espacios de trabajo para «la persona media» solía ser casi siempre la filosofía destinada a satisfacer a la mayor parte de las personas. Sin embargo, también excluía a muchas personas que no entraban dentro de la media. En el trabajo, las personas esperan (y merecen) poder contar con múltiples opciones que les permitan tener las mismas oportunidades que los demás. El campo emergente del diseño inclusivo ofrece estrategias para que todos puedan desarrollar su potencial en el trabajo.
Autismo en el trabajo
Un gran número de empresas importantes como SAP, Hewlett Packard Enterprises, Microsoft, Ford, Deloitte y Caterpillar, por nombrar algunas, cuentan con programas o planes para contratar e incorporar a personas con autismo. Estas empresas reconocen que las personas del espectro autista tienen a menudo habilidades y puntos de vista especiales que suponen oportunidades sin explotar tanto para las organizaciones como para las personas del espectro.
Emplear a personas con autismo requiere llevar a cabo algunos ajustes menores en el entorno laboral. No obstante, muchas empresas no reconocen esta necesidad o cuáles son los pasos que deben tomar.
El índice de diseño Autism ASPECTSS™ es el primer conjunto del mundo de pautas de diseño específicas del autismo basadas en pruebas. Entre sus sugerencias para crear espacios amigables con el autismo se encuentran la reducción de ruido, zonas claramente definidas, secuenciación y orientación espacial lógicas y espacios personalizables para el descanso.
Encontrar la comunidad en el coworking
Se prevé que el número de espacios de coworking en todo el mundo alcance la cifra de 25.968 en 2022, un aumento del 42%, según el estudio de 2019 sobre el Crecimiento de Coworking Global llevado a cabo por Coworking Resources. El modelo de negocios de coworking tiene que ver con el concepto del espacio de oficina como un servicio, pero su atractivo también tiene que ver con las interacciones sociales, especialmente para los trabajadores móviles y las personas que forman parte de la creciente economía actual.
Aunque muchas instalaciones de coworking están diseñadas para ser «universales», cada vez hay más que están enfocadas a grupos específicos que buscan una cultura de trabajo cohesionada y que tienen una serie de necesidades que los espacios normales no suelen cubrir.
«Los espacios de coworking que visité eran demasiado masculinos y no ofrecían las herramientas que yo, como mujer, necesitaba para mi éxito como emprendedora»
En ciudades de todo el mundo están apareciendo clubes de coworking solo para mujeres. «Los espacios de coworking que visité eran demasiado masculinos y no ofrecían las herramientas que yo, como mujer, necesitaba para mi éxito como emprendedora», afirma la fundadora de uno de ellos en Denver.
Seis ciudades estadounidenses ya ofrecen espacios de coworking compartidos únicamente por personas mayores, una generación que vive y trabaja más que nunca. Es una cuestión que tiene que ver con sentirse a gusto, aprender y ser productivo. «Es algo sutil, pero cuando tienes 75 años y entras en un espacio que despierta lo mejor de ti, sabes que allí te vas a sentir cómodo», afirma un miembro de Nueva York.
Los espacios de coworking judíos son noticia en varias ciudades de EE. UU., y también en Melbourne, Australia. «Por el simple hecho de ser judíos y trabajar junto con otros judíos, se genera un sentido de comunidad y conexión», afirma un miembro de uno de ellos en Chicago. Su fundador describe las relaciones como «más kibutz».
Por el hecho de ser judío y trabajar junto con otros judíos se genera un sentido de comunidad y conexión.
Despertar la necesidad del descanso
Aunque algunas personas siguen teniendo el horario de trabajo tradicional de 9 a 17 y de noche duermen ocho horas seguidas, el aumento de horarios de trabajo/vida menos predecibles y más mezclados está llevando a las personas a buscar momentos de descanso fuera del horario y los lugares tradiciones. Los estudios también revelan que una breve siesta ayuda a nuestro cerebro a pensar con más claridad. Algunas oficinas han comenzado a incorporar lugares para descansar y renovarse, pero algunas personas dudan si utilizarlos por temor a parecer holgazanas. Tras reconocer la necesidad, las nuevas empresas urbanas ofrecen experiencias que hacen que salir a echarse una siesta sea algo tan sencillo como salir a almorzar.
Nueva York, la ciudad que nunca duerme, cuenta con una variedad de empresas de sueño compartido que ofrecen espacios privados para la siesta, como Nap York, un servicio de Casper…, que también vende en muchos lugares sus propios colchones y otros artículos para el sueño. «En lugar de concebir el sueño como una «pérdida de tiempo» alejada del trabajo y de la socialización, estamos comenzando a reconocer que dar importancia al sueño es necesario para lograr una productividad y bienestar óptimos», señala un investigador de The National Sleep Foundation.
Fuentes
Autism Works: A Guide to Successful Employment Across the Entire Spectrum, Adam Feinstein; Harvard Business Review; jpmorganchase.com; Employee Health, Wellbeing and Benefits Barometer 2019; An Architecture for Autism, Magda Mostafa, Ph.D.; Westward Newsletter; http://trehauscowork.com; The Jewish Forward, South Florida Sun Sentinel; Coworking Resources; Fast Company; The New York Times; http://popnrest.com; Nikkei Asian Review.