“Nothing about us, without us” se remonta al movimiento sudafricano por los derechos de los discapacitados de principios de la década de 1990 y transmite la idea de que cualquier decisión que afecte a un grupo de personas no debe tomarse sin la participación directa de las personas afectadas.

“El diseño inclusivo no debería ser un objetivo individual. Cuanto más nos asociemos y practiquemos el diseño inclusivo, más podremos absorber y aprovechar los conocimientos que la gente comparte con nosotros”, dice Kamara Sudberry, líder de diseño inclusivo de Steelcase. “Es imposible compartir nuestros aprendizajes sin reconocer que siempre estamos mejorando y que tenemos más que aprender en el futuro”.

Con este espíritu, estamos trabajando con organizaciones líderes para acelerar nuestro aprendizaje (ver los Socios de la Comunidad). Estos socios tienen un valor incalculable mientras Sudberry y sus compañeros aprenden, escuchan, observan y crean prácticas y espacios de trabajo más inclusivos.

Las encuestas, las entrevistas, las mesas redondas y los ejercicios de diseño que proceden de un lugar de confianza, respeto y empatía ayudan a mejorar el futuro lugar de trabajo.

La equidad por encima de la igualdad

Hay casi 8.000 millones de personas en el mundo. Sin embargo, durante décadas el diseño de los espacios de trabajo se ha centrado en los estándares: dar a todo el mundo las mismas comodidades. Las oficinas con filas y filas de escritorios y sillas se esfuerzan por lograr la igualdad. Pero esto supone que todo el mundo trabaja de la misma manera, al mismo tiempo y en el mismo lugar. Eso no es cierto. El trabajo híbrido es el último ejemplo de que las personas desean tener más opciones y control sobre su experiencia laboral.

La actual era del trabajo híbrido debe adoptar un enfoque más inclusivo en el diseño del lugar de trabajo centrado en la equidad. En lugar de dar a todo el mundo lo mismo, hay que ofrecer a las personas un abanico de experiencias que les permita seleccionar lo que mejor se adapte a sus necesidades.

Proceso de diseño inclusivo

El diseño inclusivo no es un término o un resultado, es un proceso. Si se hace bien, se integra en la cultura, el funcionamiento y el ambiente de una organización. Invita a las personas a entrar, les da voz y les da la posibilidad de participar.

“Diseñar para la inclusión empieza por reconocer la exclusión”, dice Kat Holmes, autora de Mismatch: How Inclusion Shapes Design. Identificar a los que se quedan fuera permite dar el siguiente paso, que consiste en invitar intencionadamente a esas voces importantes para identificar las barreras y crear conjuntamente las soluciones.

La exclusión puede ser el resultado de barreras físicas, cognitivas y culturales, así como de muchas otras. La exclusión a menudo se cruza con muchas áreas basadas en la identidad de alguien y el conocimiento personal sobre el mundo que ha adquirido a través de la experiencia vital directa. Reimaginar las soluciones con las personas que han sido excluidas está en el centro de la innovación, y crea oportunidades para resolver una o varias formas de exclusión.

“Ha llegado el momento de dejar de lado el enfoque de talla única para todos”, dice Sudberry. “Al defender la elección y el control, permitimos a las personas encontrar el lugar y la forma en que se sienten mejor y hacen mejor su trabajo”.

Partners de la comunidad

• G3ict
  Iniciativa Global para las Tecnologías de la Información y la Comunicación Inclusivas
• IAAP
  Asociación Internacional de Profesionales de la Accesibilidad
• Special Olympics Michigan
  Entrenamiento deportivo y competición para personas con discapacidad intelectual.
• Spork!
  Una voz para la comunidad de personas con discapacidad. community
• The Valuable 500
  Colectivo empresarial mundial que innova conjuntamente para la inclusión de la discapacidad.
• World Enabled
  Apoyar la implementación de los requisitos legales para la inclusión y la diversidad.