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Nuevo Hub de aprendizaje en la Universidad de Glasgow: Una inversión en los estudiantes y su futuro

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Cuando los planificadores de la Universidad de Glasgow comenzaron a imaginar un nuevo hub de aprendizaje para su campus de casi 200 años de antigüedad, sabían que tenía que ser flexible y diseñado pensando en el futuro. Sin embargo, ninguno de ellos podría haber predicho lo importante que serían estos atributos.

Una vez terminado en enero de 2021, en plena pandemia de COVID, el James McCune Smith Learning Hub (JMSLH) se inauguró como un edificio casi vacío, en uso parcial sólo como espacio de estudio para un pequeño grupo de estudiantes: los matriculados en cursos de habilidades prácticas donde los espacios de enseñanza presencial eran esenciales y los que no tenían espacios apropiados para estudiar en casa. Durante ese tiempo, fue un camaleón arquitectónico: se convirtió en un lugar para el estudio individual aunque había sido diseñado intencionadamente para apoyar el aprendizaje activo y colaborativo.

Desde su inauguración formal, nueve meses después, la flexibilidad del edificio se ha puesto a prueba con restricciones de ocupación, reajustes en las normas de distanciamiento social, protocolos de higiene mejorados y la realidad de no poder cumplir con las oportunidades de aprendizaje colaborativo y en equipo para las que se diseñaron los espacios de enseñanza. En todo momento, su flexibilidad intrínseca ha quedado demostrada una y otra vez, ya que responde a necesidades y requisitos que cambian rápidamente de una forma que ningún otro edificio de este campus podría hacer. Los espacios del JMSLH se han reutilizado y el mobiliario se ha reorganizado continuamente para crear entornos de aprendizaje formales e informales que respondan a las necesidades, al tiempo que permiten a los estudiantes participar activamente y en colaboración.

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UNIVERSIDAD DE GLASGOW. LEARNING HUB JAMES MCCUNE

Un edificio diseñado para la experiencia de aprendizaje

“Durante nuestra trayectoria, hemos creado entornos muy fijos”, informa Karen Lee, directora de Estrategia, Rendimiento y Transformación. “Eso dificulta la respuesta al cambio medida que la pedagogía evoluciona, porque los espacios no son adaptables. Tenemos éxito en términos de contratación, nuestro perfil y nuestra reputación. Pero ese éxito conlleva retos. Sabíamos que teníamos que empezar a pensar de forma diferente sobre cómo utilizar nuestro espacio y seguir ofreciendo el aprendizaje de alto calibre que es nuestra actividad principal.”

“Para que los estudiantes tengan éxito, deben tener la posibilidad de colaborar. Al colaborar, desarrollan un conocimiento más profundo de la materia y habilidades clave como la comunicación intercultural y la capacidad de trabajo en equipo.”

“Cuanto más puedan trabajar de forma interactiva entre sí, mejor. Y los espacios tienen un importante papel en crear esa conectividad.”

Moira Fischbacher-SmithVicedirectora de Aprendizaje y Enseñanza

Diseñado para más de 2.500 estudiantes, el Centro de Aprendizaje James McCune Smith fue bautizado bajo ese nombre en honor a un graduado nacido en la esclavitud en 1837 en Estados Unidos que se convirtió en el primer afroamericano en obtener el título de médico. Se trata de una instalación emblemática, un entorno impresionante y creativo que combina espacios flexibles de estudio, aprendizaje y socialización con entornos de enseñanza multimétodo y tecnología.

“En las primeras fases de la planificación, no habíamos pensado en el edificio”, explica Fischbacher-Smith. “En su lugar, pensamos en toda la experiencia de aprendizaje, en el entorno del que queríamos que disfrutase la gente. Así que nos centramos mucho en temas clave como el espacio flexible y de colaboración. Queríamos que la gente sintiera que podía pasar fácilmente de los espacios de aprendizaje a los de estudio individual, y de un lado a otro”.

“Hablamos mucho de cómo queríamos aprovechar este edificio como oportunidad para cambiar la forma de enseñar y apoyar el aprendizaje. Si sólo lo hubiéramos considerado como un proyecto de construcción, nunca habríamos tenido esas conversaciones.”

Moira Fischbacher-SmithVicedirectora de Aprendizaje y Enseñanza

Haciéndolo realidad

Con un concepto claro de lo que querían conseguir, los miembros del equipo viajaron a otros lugares de Europa y a Estados Unidos y Australia para ver cómo otras universidades modernas estaban impulsando la experiencia del aprendizaje activo. Steelcase se convirtió en un compañero de viaje, proporcionando conocimientos, perspectivas y conexiones, así como ideas para el diseño innovador, muebles, accesorios y soluciones de equipamiento.

“Steelcase nos aportó su propia experiencia y nos transmitió la de otros. Nos metieron en una red de universidades que buscaban el mismo objetivo”

Moira Fischbacher-SmithVicedirectora de Aprendizaje y Enseñanza

“Conceptualmente, sabíamos a grandes rasgos lo que queríamos conseguir. Steelcase comprendió nuestra visión y nos mostró cómo podíamos hacerla realidad”, confirma Lee. “Lo hicieron realidad”.

Glasgow’s New Learning Hub: An Investment in Students and their Future 360 magazine

Pensado para el estudiante

A diferencia de otros edificios del campus, el JMSLH no está designado exclusivamente para pertenecer a una de las escuelas académicas de la Universidad. Es un edificio para los estudiantes, compartido por todas las disciplinas y utilizado para una amplia gama de actividades. De hecho, para garantizar que el diseño tuviera una relevancia y un atractivo integrados para los estudiantes, se les incluyó en el equipo de planificación.

“Los estudiantes no necesitan que nadie les diga cómo utilizar el espacio o qué hacer en él”, explica Lee. “No necesitan permiso para mover los muebles. Pueden poner los pies si quieren. Rápidamente se sintieron cómodos y como en casa”.

Como casi no hay despachos en el edificio, la interacción informal entre los estudiantes y el personal docente puede darse con facilidad y frecuencia. Pueden continuar las conversaciones en los lugares adyacentes a las aulas, planear encuentros en una de sus cafeterías o simplemente toparse por casualidad.

“Culturalmente, se produce un encuentro más libre e igualitario si no tienes que ir a una oficina. Se siente mayor igualdad de condiciones. Y creo que eso es importante a la hora de establecer relaciones”

Karen LeeDirector de Estrategia, Desempeño y Transformación

Una innovación muy visible desarrollada por los estudiantes es un sistema de servicio de “apoyo auxiliar” móvil llamado Reach Out.

“Queríamos cuestionar nuestra forma de prestar los servicios y apoyar a los estudiantes”, explica Susan Ashworth, directora ejecutiva de los Servicios de Información. “Así que trabajamos mucho con ayuda de los propios estudiantes. Nos enteramos de que cuando podían acceder a nuestros servicios, a menudo recibían un gran apoyo. Pero les resultaba muy difícil entender las estructuras de la universidad y llegar hasta el lugar donde podían obtener la ayuda que necesitaban.”

Ahora, en lugar de tener que ir a varios lugares para buscar respuestas a sus diversas preguntas, los estudiantes buscan a uno de sus compañeros con una camiseta de Reach Out. Equipados con iPads o smartphones, están repartidos por todo el edificio, listos y capaces de responder a la mayoría de las preguntas allí mismo. Desarrollado para el JMSLH, este sistema de servicio se está probando también en otros edificios del campus.

Aulas… y mucho más

Una de las características del edificio es una sala de conferencias con capacidad para 500 estudiantes. A diferencia de una sala de conferencias convencional, aquí los asientos están muy espaciados y son individuales, y giran para que los estudiantes puedan crear fácilmente pequeños grupos para debatir o trabajar en colaboración y los profesores puedan pasearse fácilmente entre ellos para interactuar. Otra característica clave: Hay Wi-Fi y acceso a la corriente eléctrica en todo el recinto para que los estudiantes puedan utilizar sus propios dispositivos y los educadores tengan más oportunidades de incorporar la tecnología a sus presentaciones: encuestas en directo, por ejemplo, o traer a expertos invitados a través de Zoom.

Se han diseñado varias aulas TEAL (aprendizaje activo potenciado por la tecnología) para apoyar el aprendizaje colaborativo por ordenador. Las mesas con asientos para 6-8 estudiantes incluyen monitores en un extremo para que los estudiantes puedan compartir fácilmente el contenido de sus portátiles o dispositivos personales mientras trabajan juntos. Pero las herramientas analógicas también tienen cabida aquí: También hay muchas pizarras blancas para recoger rápidamente las ideas.

Las grandes aulas cuentan con varias opciones de asientos y mesas, para que los estudiantes tengan opciones, incluso para estar de pie si lo prefieren. Todo el mobiliario es fácilmente trasladable, por lo que el espacio puede utilizarse para la enseñanza dirigida por el profesor y transformarse rápidamente para el trabajo en grupo. Sin embargo, el JMSLH es mucho más que sus aulas.

“El espacio fuera del aula es tan importante como el espacio el aula. Es una intersección entre la enseñanza formal y el aprendizaje informal. Dar a la gente la oportunidad de continuar la conversación.”

Karen LeeDirector de Estrategia, Desempeño y Transformación

“Todo el edificio está ocupado constantemente. Es muy vivo. Ver el número de estudiantes que utilizan el edificio de la forma que nosotros pretendemos que lo hagan es increíble”, dice Ashworth. “Realmente espero que tenga un impacto significativo en la experiencia de los estudiantes, que vean cuánto ha invertido la universidad en ellos y el cuidado con el que se ha diseñado el edificio en colaboración con ellos”.

Glasgow’s New Learning Hub: An Investment in Students and their Future 360 magazine

Un plan para crear espacios de aprendizaje eficaces

El impacto positivo del JMSLH se está extendiendo más allá de sus muros, y se buscan formas de aplicar de sus atributos en otros edificios para crear más flexibilidad en todo el campus.

“Con sólo 22 aulas en el James McCune Smith, la gran mayoría de nuestra enseñanza no tiene lugar allí. Pero como gran parte de nuestra docencia se orienta hacia una colaboración más activa, necesitamos subir de nivel de alguna manera para poder hacerlo en otros espacios”, observa Lee. “Así que estamos viendo este nuevo edificio como un modelo de espacios de enseñanza y aprendizaje que funcionan realmente bien y luego pensamos en cómo podemos replicar las cosas en otros lugares”.

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