Salto hacia el futuro
Agentes activos de la gig economy
Los trabajadores autónomos aún constituyen más del 35% de los trabajadores de EE.UU., según una encuesta realizada por la Freelancer Union (unión de trabajadores autó-nomos), llevada a cabo en Nueva York. Otro estudio realizado por el McKinsey Global Institute reveló que entre el 20 y el 30% de la fuerza laboral de la UE se lleva a cabo por trabajadores autónomos o que realizan trabajos temporales. A medida que la gig economy se expande, los autónomos y los profesionales por cuenta agena, buscarán una mayor diversidad en sus experiencias de trabajo y nuevos roles que los motiven y les supongan nuevos retos. Empresas de todos los tamaños harán lo mismo a medida que fluctúe la fuerza laboral, experimentando con modelos de trabajo flexible, espacios de trabajo modulares, coworking o modelos de servicio por uso.
Imagina el siguiente escenario en un futuro no muy lejano: Tu empresa paga una tarifa mensual por un espacio de trabajo flexible en Little Saigon, San Francisco, para acomodar a su creciente equipo en un espacio que transmita su cultura organizativa. Pasas el primer trimestre del año en este espacio con vistas al recién renovado parque mientras bebes un trago de tu bebida favorita. No hay PCs, lo que ves son pantallas táctiles para grupos grandes y pequeños en estudios abiertos. Te encuentras con un analista de datos senegalés, pluriempleado como conductor de Lyft, con un escritor de textos tecnológicos cuya firma recuerdas vagamente haber visto en la revista Wired, y con una candidata al doctorado de la universidad de Cambridge cuya especialidad es el «modelado de contenidos», un algoritmo utilizado para clasificar texto escrito en categorías sustancialmente más significativas.
Estáis revisando los términos de un proyecto de dos semanas en un espacio informal, donde las sillas tienen un suave tapizado, las mesas de roble muestran bonitas vetas y las lujosas alfombras hacen que todos os sintáis más cómodos y relajados. Dos semanas después, el analista de datos se marcha a Nueva Jersey para realizar un trabajo de consultoría sobre atención sanitaria, pero os conectáis con él de manera online. Una mañana de abril trabajas desde casa, te vistes elegante y te pones un casco de realidad mixta para presentar un proyecto a un potencial cliente en Londres, que se encuentra en la mitad de su jornada laboral. En una sala de reuniones virtual, aparece el holograma de su imagen como por arte de magia. La candidata al doctorado también está ahí, o al menos una imagen increíblemente realista de ella, preparada con una impresionante visualización de palabras, esclareciendo las percepciones del cliente potencial a partir de clientes anteriores. Te gusta poder trabajar tanto en la nueva oficina como desde casa, siendo libre de elegir el mejor lugar que se adapte al trabajo que necesites realizar.